Salvo excepciones, las joyas no son de uso permanente. Estas recomendaciones de uso son sencillas y eficaces. Puedes convertirlas en un fácil gesto cotidiano y tendrás siempre impecables tus piezas.
Ponerse las joyas al terminar el arreglo personal: jabones y detergentes, cosméticos y perfumes ensucian y alteran las piezas.
Quitarse la joyería antes de dormir, hacer trabajos físicos, practicar deporte o bañarse en el mar o la piscina: los roces, la transpiración y la humedad las dañan.
Hay que guardar las joyas en un lugar seco, nunca sobre espumas o cartones absorbentes de humedad. La humedad fomenta reacciones químicas que alteran el aspecto del metal.
En sus estuches, en un joyero, en un armario u organizador o como mejor se pueda, hay que preservarlas del polvo y la humedad.
También hay que evitar que se enreden y amontonen, usando separadores. Aún así, la plata cambia de color con el tiempo. Limpiar es suficiente para devolver su brillo.
La plata natural, pulida y abrillantada, adquiere una tonalidad única que se oscurece con el tiempo.
Mis joyas son de plata natural de pureza 925, en general con baño de rodio o chapado en oro.
Para mantenerlas en buen estado, es suficiente con tener en cuenta unas sencillas indicaciones.
¿con qué?
Puedes comprar toallitas abrillantadoras, pero explicaré cómo hacerlo con cosas que todos tenemos a mano: bicarbonato, agua del grifo y un par de servilletas de papel.
¿cómo?
Pon un poco de bicarbonato sobre la servilleta, añade unas gotas de agua y forma una pasta. Fricciona con esa pasta la pieza a limpiar. Es así de fácil.
¿cuánto?
A mayor tiempo de fricción, más lustre devolverás a la pieza. Limpia residuos en la servilleta, pásala por agua y sécala con otra servilleta limpia. ¡Ya está!
¿cada cuánto?
La climatología del lugar donde vivimos, nuestro estilo de vida y el modo en que guardemos la joyería determinarán la frecuencia de su limpieza.
Estos acabados requieren de los mismos cuidados de uso que las piezas de plata natural, con mantenimiento más fácil. Cuando se oscurecen o ensucian, basta con lavarlos con agua y jabón neutro, secarlos bien y, listos!
Las reacciones químicas causadas por jabones, detergentes y gel hidroalcohólico deterioran los acabados en baño de rodio y Oro Vermeil. Si usas gel hidroalcohólico para la higiene de manos, es importante que recuerdes quitarte antes los anillos.
Si no se aplican las recomendaciones sobre el uso de las piezas, la durabilidad del acabado se reduce.